Lugar: Santander, Lugano, CABA.
Filmo: Yo
Son 3:40 mins
https://drive.google.com/file/d/0B4ayWZwFAEdfZnpJVHo0YzZENXc/view?usp=sharing
Pasamos año nuevo en Santander con la Nonita y Luis María, hermano menor de Viviana, que había venido el día anterior para pasar fin de año en casa de mi madre. Según sus propias palabras y siendo rechazado toda su existencia por sus padres y hermanos: las mejores fiestas de su vida. Y realmente fuimos muy felices, sobre todo él.
Yo siempre tuve un buen ondón bárbaro con él, soy de esos tipos que tienden la mano a la gente que va cayendo en el camino, una y otra vez hasta que digo basta. A nadie le gusta que le muerdan la mano, no?!
Lo mirábamos de reojo cuando interactuaba con los chicos pues ya hacía rato que estaba con las drogas es verdad, así que en vez de separarlo de la familia, le dábamos momentos de amor filial como en éste video. Esa era la única cura. Y el amor propio claro está.
Yo siempre recibí de puta madre a la familia de mi EX. Siempre con los brazos abiertos, incluso a mi exsuegra que nos repudiábamos fuerte mutuamente. Ella por ser radical gorila ahora devenida en socialista de costa atlántica y yo por ser filomontonero descendiente de peronistas sindicalistas de izquierda. Además de que NUNCA quiso de que tenga relación con Viviana y fue una activista de esa creencia durante los 5 años que duró mi noviazgo con ella. Imagínate cuando nos casamos y empezamos a tener hijos...!
Bien, de todos modos, y muy en contra de la opinión de mi expareja: tenían todos ellos la puerta abierta de mi casa. Yo los quería grandemente a todos, exceptuando a quien ya sabemos.
El gran drama que tenía la familia primaria de Viviana era que venían de visita y paraban mucho más de lo que inicialmente estaba pactado. Eso era un problema a la dinámica de nuestro hogar, generaba tensión, muchos niños dando vueltas, nuestra intimidad se alteraba, pero nada que no se pueda llevar. Eso si, a lo largo de 17 años se sintió y dio lugar a grandes peleas de pareja.
A mi entender hubo tres hechos súper gravíssimos que nos han hecho sus padres a lo largo de nuestro matrimonio, quienes nunca se hicieron cargo del daño y traición hacia nosotros, que tanto bancábamos a todos.
En fin, fue. Pero no olvido.
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