Me re gustaba enseñarles cosas a mis hijos, pero nunca tuve mucha paciencia, tampoco que no la tenía, pero no me sobraba, so...
Let it be.
Aquí enseñándole a Juancito un poco de Ping Pong, no es que sea genio ni que sea crack, pero de niño jugaba bien, así que algo podía enseñarle. La mesa se la había regalado mi madre para un cumple.