Aquí la Nonita aprende a filmar en Villa Ballester en un hermoso día soleado.
Mirá qué linda que teníamos la casa!
Ese parque nos hacía felices. Era el playground de nuestros hijos y animales.
Yo me hice jardinero pro allí, durante años trabajándolo.
En fin, a los Nonitos les encantaba, al igual que a los padulas, estar allí.
Era un lindo lugar. Nuestra primer casa. Linda burbuja lejos de los antis que querían tal cual hoy división y grieta.
Pobres.